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martes, 20 de marzo de 2012

La modestia de Canuto el Grande


Canuto II, más conocido como Canuto el Grande (en inglés: Knut the Great, en danés: Knud den Store, en noruego: Knut den Store), nació en el año 995, siendo el segundo de los dos hijos varones del total de seis de Svend I rey vikingo de Dinamarca, Noruega y Inglaterra y de Sigrid la Altiva (luego llamada Gunhilda al casarse), hija del duque de Polonia Miezsko I.

El rey Canuto, o Knut es uno de los primeros reyes de Inglaterra y reinó desde 1016 a 1035. Fue conocido por la consolidación del país después de una guerra de división con los sajones. También fue conocido como un hombre de gran sabiduría.

Una vez escuchó que uno de los bardos de su corte lo aclama con la frase:

"Gran rey Canuto, que gobierna la tierra, el sol, la luna y las estrellas que le obedecen."

Canuto se molestó por esto, ya que de ninguna manera era tan poderoso. La canción le elevaba a unas expectativas que no podía cumplir, y además era un hombre muy modesto. Sin embargo, persistió la canción, y decidió hacer algo al respecto.

Se reunió con sus cortesanos y propuso una expedición hasta el mar. Mandó coger su trono (que en ese momento era un taburete de madera de roble muy bien decorado). Cuando estaban todos juntos en la playa del Mar del Norte durante la marea baja, pidió que trajeran su trono.
Una vez estaba todo preparado, Canuto el Grande dijo:

"He oído decir que el sol, la luna y las estrellas me obedecen."
Los cortesanos aseguraron que sí, que esto era así.
"Ahora bien, si el sol, la luna y las estrellas me obedecen, el mar no me obedece?"
Los cortesanos estuvieron de acuerdo en que debía ser así.
"Si eso es así, entonces ordeno al mar que no toque el borde de mi túnica!" dijo, y con firmeza planto el trono en la orilla del mar, y se sentó.

Los cortesanos esperaban con incredulidad. ¿Estaba loco? Su túnica estaba hecha de seda, que había sido traída, como el brocado, de China, desentrañado de Cos, en Grecia, y retejido en un tejido fino. Las bordadoras habían trabajado largo tiempo con hilos de oro. Sin duda, era uno de los elementos más preciados de todo su reino. ¿Ocurriría un milagro? ¿Sabía algo que los demás no sabían? ¿Se había fumado un canuto? ¿Qué pasaría después?

Las aguas subieron, primero en las puntas de sus botas, y luego a sus talones, los tobillos, y luego a la parte de arriba. Canuto se mantuvo sentado en su lugar, decidido y con el ceño fruncido mirando hacia el mar. Luego una ola llegó y mojó su túnica varios centímetros. Por último, se puso de pie.

"Se observa que el mar no me obedecen. El mar obedece sólo a Dios, como lo hace el sol, la luna y las estrellas. No cantes esa canción otra vez."

Y se levantó del trono y caminó de regreso hacia la playa.

miércoles, 29 de junio de 2011

Frase vikinga de la semana (8)

Esta semana la frase vikinga será un poco diferente a lo habitual.

Vamos a hablar de una de las frases más celebres de la película "El guerrero número 13". Esta película está repleta de frases muy interesantes y la más conocida de ellas es una oración antes de la batalla:

"He aquí que veo a mi padre, he aquí que veo a mi madre, a mis hermanas y mis hermanos. He aquí que veo el linaje de mi pueblo hasta sus principios. Y he aquí que me llaman, me piden que ocupe mi lugar entre ellos, en los atrios de Valhalla, el lugar donde viven los valientes para siempre."





Dicha frase ha sido motivo de debate en muchos foros o blogs en los que se discutía sobre su origen. Al parecer la frase no es original de la película sino que es una adaptación de otro antiguo texto.
Hay quien dice que proviene de unos antiguos poemas odínicos. He buscado y rebuscado, en ingles y en español, y no he podido encontrar dichos poemas, por lo tanto descarto esta hipótesis.

Otra teoría mucho más creíble es que sea una adaptación de un relato del siglo X. Ahmad Ibn Fadlan fue enviado desde Bagdad en 921 para servir como secretario de un embajador del califa abasí Al-Muqtadir (rey vasallo de los jázaros) de Bulgaria del Volga. El objetivo de la embajada consistía en que el rey de la capital Bolghar rindiera homenaje al califa al-Muqtadir y, a cambio, dar al rey dinero para financiar la construcción de una fortaleza, de una mezquita y para convertir al pueblo búlgaro al Islam. Aunque alcanzaron Bolghar, la misión fracasó porque a la altura del Volga, la caravana fue apresada por un grupo de vikingos, los Rus (de donde derivaría el nombre de Rusia) que los llevaron consigo, para realizar sus campañas. De vuelta en la Ciudad de la Paz, Ibn Faldlan le entregó un documento al califa, expresando las causas por las cuales no pudo cumplir la misión encomendada.
Con base en este documento, Michael Crichton escribió su obra "Devoradores de cadáveres", la cual a su vez, sirve como base para la película "El guerrero número 13".

Ahmad Ibn Fadlan pudo observar los rituales funerarios que siguieron los vikingos al morir uno de los jefes vikingos.

Al morir un jefe, se preguntaba a sus esclavos si querían morir con él. En esta ocasión una esclava se presentó voluntaria para acompañarlo. Según Ahmad Ibn Fadlan, la esclava, antes de morir pronunció estas palabras:

"He aquí que veo a mi amo sentado en el paraíso y el paraíso es hermoso y verde. Con él hay hombres y muchachas y me llama. Llevadme hacia él."

Como podéis ver, la frase no es la misma y el contexto tampoco, pero es similar, sobretodo en su construcción. Teniendo en cuenta que la novela y la película fueron basadas en este relato, lo más probable es que la frase también tenga su origen en él.