jueves, 3 de noviembre de 2011

La piedra rúnica de Kensington (USA)


Todo comenzó 1898 cuando el hijo de Olof Ohman, un inmigrante sueco propietario de tierras en la localidad de Kensington, en el estado de Minnesota (USA), avisó a su padre de que había encontrado una roca con unas extrañas marcas. Al llegar al lugar, Ohman descubrió que se trataba de una pieza de roca, con forma de lápida, que contenía una serie de símbolos o letras por una de sus caras y por un lateral.

Se trataba de roca basáltica gris, muy común en esa región. La roca se encontraba aprisionada por unas raíces de álamo. Pesaba unos 90 Kg y sus medidas eran 76 x 41 x 15 cm.

Después de retirar esas raíces, Ohman mostró la roca a algunos de los habitantes de Kensington. Pero ninguno de ellos encontró sentido a la extraña piedra.

Ohman, después de firmar una declaración jurada en el Juzgado de Paz Local, explicando las circunstancias del hallazgo, decidió donar la piedra al Banco Local. El responsable de dicho banco era un interesado por las antigüedades locales.

Nadie fue capaz de descifrar el texto de la piedra por completo hasta unos años después, cuando el profesor O. J. Breda se interesó por el tema. Este fue el resultado:


“(Somos) 8 Goths (suecos) y 22 noruegos en (un) viaje de exploración desde Vinland a través (o cruzando) el Oeste. Hemos acampado junto a (un lago con) dos skerries (islas rocosas) a un día de viaje al Norte de esta piedra. Salimos y pescamos un día. Después de que volvimos a casa (nosotros) encontramos 10 (de nuestros) hombres rojos de sangre y muertos. AV(e) M(aría), salva(nos) del mal. (Nosotros) tenemos 10 de (nuestro grupo) junto al mar para cuidar de nuestros barcos (o barco) a 14 días de viaje desde esta isla. Año 1362.”


La traducción provocó una búsqueda internacional para averiguar si podría ser auténtica.


Desde un primer momento los expertos que estudiaron la piedra negaron que fuera auténtica y la tacharon de fraude, quizás para hacer algún dinero con ella. Pero lo cierto es q
ue su descubridor, Ohman, un hombre de poca cultura y aparentemente nada interesado en estos temas, nunca buscó hacer dinero con ella ya que en seguida entregó la piedra al Banco Local, a cambio de nada. Posteriormente al hallazgo, Ohman, manifestó que en un primer momento pensaba que la piedra era un calendario indio.

Aunque difícilmente Ohman no habría escuchado hablar de runas, teniendo en cuenta que él era de origen noruego y vivía en una comunidad americana con mucha presencia de inmigrantes nórdicos. Además, en esa época estaba de actualidad el viaje de Leif Erickson y se discutía a menudo sobre el tema. Incluso cinco años antes s
e había traído una replica del Barco de Gokstad a una exposición colombina de Chicago. Lo cierto es que la piedra, "casualmente" se encontró en un lugar en el que la gente se enorgullecía de su herencia escandinava.

Con el paso de los años, la lista de expertos detractores de la piedra iba en aumento, Por lo que finalmente se devolvió la piedra a su descubridor
, el cual la usó de baldosa en la entrada de su granero.

En 1907 Hjalmar Holand, un estudiante graduado por la Universidad de Wisconsin muy interesado en estos temas, compró la piedra a Ohman, al parecer por diez dólares. Holand acabó convirtiéndose en el más firme creyente de la autenticidad del artefacto, estudiándola durante más de treinta años y analizando los aspectos geológicos, arqueológicos, geográficos, lingüísticos y históricos. Llevó la piedra a más de veinte universidades europeas, pero una a una negaban su autenticidad. La principal objeción radicaba en el aspecto lingüístico. El lenguaje de la inscripción era moderno en comparación con los idiomas nórdicos del siglo XIV.

Durante muchos años no hubo ningún avance, ha
sta veinte años después, con la publicación de una copia en una revista arqueológica danesa, encontrada por casualidad en la Biblioteca Real de Copenhagen, de la orden del rey Magnus a Knutson. El documento decía lo siguiente:

“Magnus, rey de Noruega, Suecia y Skaane por la gracia de Dios, envía a todos los hombres que vean o lean esta carta buena salud y felicidad. Deseamos hacer saber que tú (Paul Knutson) has de tomar los hombres que han de ir en el Knorr (el navío mercante real) sean ellos nombrados o nombrados de mi guardia personal y también de las guarniciones de otros hombres que tu puedas desear llevar en el viaje, y que Paul Knutson, que será el comandante sobre el Knorr, tendrá plena autoridad para elegir los hombres que sean más adecuados sea como oficiales o como hombres.

Os pedimos que aceptéis éste, nuestro comando, con toda buena voluntad por la causa, en la medida en que lo hacemos en honor de Dios y por el bien de nuestra alma y por nuestros predecesores, que en Groenlandia establecieron la Cristiandad y la han mantenido hasta este tiempo, y no permitiremos que perezca en nuestros días. Conociendo esto por cierto, que quien fuere que desafíe esta, nuestra orden, se encontrará con nuestro serio desagrado y por lo tanto recibirá pleno castigo. Ejecutado en Bergen, el lunes después del día de Simón y Judah en el seis y XXX año de nuestro reinado (1354). Por Orm Ostenson, nuestro regente, sellado.”

Este documento reabrió el debate sobre la piedra y comenzó a ganar adeptos que se inclinaron por su veracidad.

Pero hoy en día la verdad aún está en el aire. Desde Minnesota abogan por ella, quizás por que en esa comunidad donde hay tanta población de origen nórdico necesitan tener un símbolo de su herencia vikinga. Quizás porque esta piedra ha hecho mundialmente famoso a un pequeño pueblo de Minnesota o simplemente porque se trata de un atractivo turístico de la zona. La piedra rúnica de Kensington se exhibe actualmente en el Museo Runestone de Alexandría (Minnesota).


Esta población acoge cada año el campeonato de bandas de música llamado Vikingaland Festival.
Lo que está claro es que gracias a símbolos como este, toda Minnesota está influenciada por la antigua civilización nórdica. Los vikingos están, hoy en día, visibles en cada uno de los rincones de este frio estado americano. Un ejemplo de ello, es su equipo de fútbol americano, los Minnesota Vikings o la empresa de transporte U-Haul que no dudó en aprovecharse del "tirón" de la piedra rúnica para colocarla en su logo.


5 comentarios:

  1. Gracias por la informacion.
    Que tengas buen dìa

    ResponderEliminar
  2. Sería interesante saber si se han echo estudios y búsquedas arqueológicas de campo en las inmediaciones a la zona donde se encontró la piedra para hayar otras posibles evidencias de restos vikingos.

    ResponderEliminar
  3. Sería interesante saber si se han echo estudios y búsquedas arqueológicas de campo en las inmediaciones a la zona donde se encontró la piedra para hayar otras posibles evidencias de restos vikingos.

    ResponderEliminar
  4. Se sabe pertinentemente, que esta piedra, contiene letras nuevas que no existían en esa época.
    Hoy se sabe de la falsedad de dicho texto.
    De otra parte los vikingos costeaban haciendo comercio, y cuando veían la oportunidad en tal o tal pueblo y que la gente estaba en el campo trabajando, pillaban cuanto podían y se largaban.
    Navegaban siempre a vista de costa, ya que en plena mar estaban perdidos.

    ResponderEliminar
  5. Y a donde está la parte en donde lo relacionas con los hiperboreos de Thule?

    ResponderEliminar