Tema incluido en el album "Vinland Saga" de la banda Leave's Eyes.
Letra
Nos dirigimos al Oeste
hacia la tierra legendaria
rio arriba
para poner los pies en tierra.
huelo el rocio de la mañana
en el persistente césped
encontré uvas y vides
y la dulce tentación
me mantiene vivo.
Tierra legendaria, aun siento cuan cerca
estamos y estaremos
tierra legendaria, una pieza que dejas
una pieza de promesas y esperanzas.
Por ti y por mi
la eternidad
se me aparece
enviada desde Asgard*
brillando otra vez
sin barreras de tiempo
como las ganas de las flores salvajes
de estar vivas
de dividir la piedra
de emerger.
En mis sueños una tierra legendaria
una pieza de promesas y esperanzas
en mi corazón, me mantiene viva.
Tierra legendaria
somos y seremos
tierra lagendaria, una pieza que dejas
una pieza de promesas y esperanzas.
*Donde moraban los dioses nórdicos
El tema nos habla de la tierra de leyenda que tanto ansiaban los vikingos para huir de las duras condiciones de vida del norte de Europa.
Alrededor del año 1000, por iniciativa de Leif Eriksson (hijo de Erik el Rojo) se exploró el norte de Canadá, concretamente la zona del Golfo de San Lorenzo, Nuevo Brunswick y Nueva Escocia. Allí encontraron un clima mucho más benigno y repleto de recursos esenciales para su supervivencia.
Supuesto mapa de Vinland (siglo XV)
Astutamente, Leif llamó a este nuevo territorio Vinland (tierra de viñas), para estimular las espediciones a este nuevo continente. Según Leif, en la zona no sólo fluía el vino sino que era el lugar ideal para la cría de rebaños.
De acuerdo con las sagas, Vinlandia tenía todas las características de una tierra prometida, sin embargo, las ideas de explotación y colonización fueron abandonadas al poco tiempo. Los motivos del abandono están descritos por los propios relatos contemporáneos: Vinlandia era la morada de un pueblo hostil con el cual los vikingos no consiguieron establecer relaciones pacíficas.A pesar del abandono, los vikingos continuaron visitando América del Norte, en particular la región de Markland. Estos viajes no se destinaban a la explotación o eventual establecimiento, sino a la recolección de madera y hierro, recursos que continuaban escaseando en su Groenlandia natal.
El sitio estaba constituido por ocho edificios, de los cuales tres dormitorios con espacio para acoger a cerca de 80 personas, un taller de carpintería y una forja con tecnología de extracción de hierro idéntica a la de los vikingos.
La localización y características de estas ruinas estaban de acuerdo con lo descrito por los contemporáneos de Leif Eriksson y confirmaban la veracidad de la presencia vikinga en América del Norte.
Alrededor del año 1000, por iniciativa de Leif Eriksson (hijo de Erik el Rojo) se exploró el norte de Canadá, concretamente la zona del Golfo de San Lorenzo, Nuevo Brunswick y Nueva Escocia. Allí encontraron un clima mucho más benigno y repleto de recursos esenciales para su supervivencia.
Supuesto mapa de Vinland (siglo XV)Astutamente, Leif llamó a este nuevo territorio Vinland (tierra de viñas), para estimular las espediciones a este nuevo continente. Según Leif, en la zona no sólo fluía el vino sino que era el lugar ideal para la cría de rebaños.
De acuerdo con las sagas, Vinlandia tenía todas las características de una tierra prometida, sin embargo, las ideas de explotación y colonización fueron abandonadas al poco tiempo. Los motivos del abandono están descritos por los propios relatos contemporáneos: Vinlandia era la morada de un pueblo hostil con el cual los vikingos no consiguieron establecer relaciones pacíficas.A pesar del abandono, los vikingos continuaron visitando América del Norte, en particular la región de Markland. Estos viajes no se destinaban a la explotación o eventual establecimiento, sino a la recolección de madera y hierro, recursos que continuaban escaseando en su Groenlandia natal.
El sitio estaba constituido por ocho edificios, de los cuales tres dormitorios con espacio para acoger a cerca de 80 personas, un taller de carpintería y una forja con tecnología de extracción de hierro idéntica a la de los vikingos.
La localización y características de estas ruinas estaban de acuerdo con lo descrito por los contemporáneos de Leif Eriksson y confirmaban la veracidad de la presencia vikinga en América del Norte.
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